Edición 499 de Historias del Presente.
Conduce Osvaldo Da Costa Operación técnica: Darío Bartoccione – Producción general: Norma Cuesta
Participamos de la celebración del ascenso de Asociación Atlética Estudiantes a la máxima divisional del fútbol argentino.
Informe de Iván Ortega desde el estadio de Estudiantes
Videos y fotografías desde el drone de Daniel Ramonell
Pie de imagen y videos desde la tribuna Este: ODC
ESTUDIANTES ES DE PRIMERA
Ya está
El León es parte de la elite del futbol argentino.
Hay material para escribir mil cosas. Llevará un tiempo procesar todo lo que uno quiere expresar en estos momentos.
Empecemos por lo evidente>: el León fue un digno ganador de la serie final frente a Deportivo Madryn. Por la ventaja en el juego y en el resultado que sacó en la última media hora en Río Cuarto, por el control del partido y la latente posibilidad de abrir el marcador que signo el primer tiempo del partido de vuelta, y (luego de 15 minutos complicados en los que por única vez en la serie el Deportivo Madryn impuso condiciones y pudo anotar) porque Morales volvió a ser el Morales de All Boys en el momento justo (primero, para hacer expulsar al mejor jugador local, luego para marcar el gol que definió la serie).
Lo demás, un calco de todos los partidos del Celeste en la liguilla y en la serie de 5 victorias consecutivas que logró en el tramo final del certamen regular para trepar al segundo puesto de la zona B. El equipo de Iván Delfino tuvo en tres “veteranos” que debieron atravesar situaciones muy jodidas para poder estar donde ahora están sus baluartes: el Negro Olivera, el Huevo Maffini y el Colo Cabrera. Estudiantes supo siempre que con los dos primeros en el equipo iba a ser muy difícil marcarle (nunca le hicieron 2 goles en 41 partidos. Habrá que ver si no estamos frente a un récord histórico de eficiencia defensiva) y con el nativo de Los Cóndores en el medio, el orden permanente estaba garantizado.
Luego, un plantel riquísimo al cual Delfino supo utilizar en el momento exacto. Algunos como todos los integrantes de la defensa, impidieron siempre que lamentáramos cualquier ausencia (ayer nomás no estuvieron Ruiz Diaz y Fenoglio), otros importantes cada vez que se los requirió (los dos González, el Chucky Ferreyra, Garnerone, Valiente) y un grupo no menos numeroso que con algunas pocas intervenciones fueron vitales para este ascenso. El símbolo será Morales, por su actuación en las dos finales, pero también Galván (¿¿¿cuánto vale el gol que marcó en Salta y permitió asegurar el segundo puesto???), las apariciones del Fede Alvarez y de Brian Orozco en partidos chivos, la chilena de Fontana para el gol de Antonini en la primera final, algunas atajadas de Bigo en las primeras fechas, las apariciones de Cuello en el sprint final y de Favio Vázquez al comienzo, algunos aportes de Tévez….). Todos, incluso los pibes, Gudiño (la única baja en mitad del torneo), Marcelo Olivera (quien también volvió a salir en busca de minutos sobre el comienzo del reducido),…. Todos fueron importante.
Por último, Iván Delfino. Debo confesar que en el momento en que fue recontratado recordé la historia final del partido con Maipú. Aquel día, por defender el 1 a 0 que nos llevaba a la final, terminamos jugando con 8 defensores de oficio. Y Bajamich -el supuesto ariete ofensivo que quedaba- perdiendo una pelota a diez metros de nuestra área.
Esta vez Delfino me tapó la boca. Mis quejas de que Estudiantes no terminaba nunca de cerrar los partidos que venía ganando encontraron respuesta en20 partidos finales. Y, en especial, en la ronda final. Rara vez algún equipo nos tuvo a mal traer más de 15 minutos. El Celeste fue un equipo sólido que transmitía confianza.
A Iván, entonces, SALUD!!!!. Y muchas temporadas de primera más en el León. Lo necesitamos, en especial porque no tiene pelos en la lengua. Hace unos meses le dijo con mucha sinceridad a un grupo grande periodistas de Río Cuarto que no debíamos olvidar -si se daba el por entonces muy ilusorio ascenso- que ni la ciudad ni el club tienen la estructura para jugar en la primera división del fútbol campeón del mundo. Demás está decir que inmediatamente aclaró que 10 de los 30 equipos de primera tampoco la poseen …y allí están.
Será cuestión de ponerse a trabajar con él para que no seamos un ave de paso por la máxima división. Los que la venimos remando desde la tribuna hace años bien que lo merecemos.
Para cerrar, una breve referencia a la dirigencia celeste. Hay que reconocer que, aunque pocos, estuvieron a la altura del desafío inesperado de tener que trabajar sin Alicio al frente durante ocho meses. En ese periodo fueron muchos más los aciertos que los errores, al menos en relación con el fútbol profesional. También ellos son parte importante de este ascenso. Como lo somos todos los hinchas que en mayor o menor medida acompañamos al Celeste (se supone que el club cuanta con un “ranking” en función de las asistencias al Candini. No viene al caso). Lo cierto es que, en estos tiempos difíciles, nadie agregó una piedra al camino. Ayer se vio en Madryn lo que significa permitir que cuatro idiotas te arruinen una buena historia. Esto no pasó en el León. Por eso, todos, todos, somos de primera.

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