Columnista Lucía De Carlos
La actual Ley de Glaciares protege lo mínimo que se puede resguardar a través de una norma jurídica.
Con la reforma, se busca generar desarrollos megamineros en la zona periglaciar. Esa zona es fundamental para asegurar la biodiversidad de cada ecosistema.
Además, como allí quieren impulsar la megaminería, el riesgo de filtraciones que afecten al glacial es altísimo y las posibilidades de remediar el mal causado, prácticamente nula.
Con esta nueva ley se van a ver afectados el consumo humano, la agricultura, la ganadería… Se viene una fuerte disputa por el agua.
Ya tenemos hoy mismo un adelanto de ese debate en Mendoza con la habilitación del plan San Jorge. Solo dos senadores mendocinos del PJ rechazaron el proyecto, a pesar de que miles de personas estaban en las afueras de la Legislatura pidiendo que la iniciativa no fuera avalada.
Este tema llegó a Corte Suprema y esta resolvió que las provincias son las que deben resolver este tema… Así, se profundiza la reprimarización de la economía.
