Damián Antúnez ratifica lo señalado por De Carlos: “Hasta ahora no conozco país que haya podido acabar, una vez instaladas, con estas bandas siniestras” sostiene.
Finalmente, Antúnez señala que “un hecho menor” como una discusión sobre unas pintadas en la Universidad nacional de Río Cuarto puede convertirse en una muestra del grado de intolerancia existente en el país.
“Resulta insólito que a esta altura nos preocupe más que alguien patee un tarro de pintura a que a nadie le importe lo que sucede en Palestina” concluye.